A grandes trazos, la labor investigadora del historiador es muy solitaria: búsqueda de fuentes, consulta de documentación en archivos, lectura e interiorización… Casi todo discurre en soledad, y por eso son tan importantes los encuentros científicos en los que no sólo se avanzan los resultados del trabajo propio, sino que se debate con los demás y se articula así un conocimiento mucho más refinado que el que puede surgir de una labor puramente individual. Por ello, desde el principio nos planteamos la participación en congresos internacionales como un punto prioritario de nuestra agenda de grupo, que hemos inaugurado en tierras argentinas con motivo de las XIV Jornadas Interescuelas, celebradas en Mendoza del 2 al 5 de octubre.