Hoy, 30 de julio, se conmemora el aniversario de la «gran redada» de los gitanos españoles en 1749. Junto con las asociaciones y movimientos de la sociedad civil, la historiografía académica puede contribuir a mantener viva la memoria de las persecuciones del pasado, como un recordatorio de los obstáculos que hay que superar en el camino hacia una ciudadanía democrática plenamente integradora.
La que se ha dado en llamar «gran redada» formó parte de los proyectos ilustrados que frecuentemente relacionamos con las ideas racionalizadoras más avanzadas del siglo XVIII. Tenía que ver con una cierta concepción del orden y del progreso, pero también, más concretamente, con proyectos de reconstrucción y expansión de la Marina. Indicios suficientes como para tomar precauciones con respecto a la idea de modernidad que nos ha traído hasta donde estamos; y para preguntarnos cuántas marginaciones y cuántos abusos han pavimentado el camino de esta modernidad.
Saludamos desde aquí el recordatorio que ha hecho circular hoy FAKALI (Federación Andaluza de Mujeres Universitarias Gitanas), una entre las muchas asociaciones que trabajan contra la discriminación y contra el olvido.
Sobre la «gran redada» de 1749 puede consultarse el libro de Antonio Gómez Alfaro, La gran redada de gitanos, Presencia Gitana, 1993 (también en versión inglesa), así como el blog de Manuel Martínez Martínez, donde hace referencia a sus trabajos sobre el tema. José Luis Gómez Urdáñez hablará próximamente sobre el tema en «La Gran Redada antigitana de 1749».