El reto del tiempo, el implacable: quienes temen el cambio, intentan frenar su avance, gestionándolo con resistencia letal; quienes por el contrario lo buscan, se rebelan contra esa administración morosa y prefieren precipitarse por las pendientes del porvenir.
Esto no es un rapto lírico (ojalá); es un dilema científico y ético, que ha colocado al equipo PENDARIPEN del lado de los precipitados. El día 11 de febrero (2016) se conoció la resolución provisional del Ministerio de Economía y Competitividad sobre las solicitudes de proyectos de investigación enmarcadas en el Plan Nacional de I+D: los proyectos aprobados, como el que edita este blog, deberían haber comenzado el 1 de enero. Pero, aún hoy, no se conoce la resolución definitiva, ni mucho menos están disponibles los recursos asignados, que tardarán meses –es una tradición- en llegar a las Universidades y centros de investigación.