La colaboración entre nuestra compañera Carolina García Sanz y la editorial Los Libros de La Catarata, con la publicación de una breve Historia de Gibraltar, ha brindado la oportunidad de hacer accesible a un público general la compleja y rica historia del enclave británico. Se trata de una obra divulgativa y de síntesis, con un enfoque integrador en cuanto al uso de la literatura sobre el Peñón, que además conecta con cuestiones claves sobre cuyo abordaje histórico y reflexión pública se articula la propuesta de EtniXX. El libro describe el régimen de administración colonial establecido en Gibraltar en el siglo XIX poniendo el foco sobre el impacto y las resistencias locales generadas por la biopolítica británica. En él se recoge cómo se puso en marcha un draconiano, pero poco eficaz control demográfico para proteger las esencias de la interpretación normativa de la identidad británica (blanca y anglosajona). Los esfuerzos de las autoridades coloniales para preservar el acomodo de sus nacionales a una determinada imagen racial fueron constantes mediante normas de carácter político, económico y social. Estas últimas implicaron etiquetar y excluir a grupos de la población. La regulación del movimiento de lo visible, personas y mercancías en un nudo de comunicaciones marítimas de primer orden, pero también de lo invisible, enfermedades, ideas y creencias, representó un auténtico quebradero de cabeza para la administración británica. Y pese a las inevitables tensiones internas entre clases, lo cierto es que la resistencia común de los gibraltareños a determinadas regulaciones del espacio público, pero también de la esfera privada, de sus formas de expresión y afectos íntimos, pudo considerarse la manifestación de un tejido político, económico y social conformado transfronterizamente, cuya expresión más vívida y plural se materializó en el siglo XX. La interacción y el movimiento entre lo visible y lo no visible en el Estrecho de Gibraltar, junto a los contrastes en su polifacética realidad mantenida de forma constante en el tiempo explican el poder de atracción magnética sobre imaginarios colectivos de un Peñón, que es mucho más que el de la “discordia”.