El pasado 17 de mayo Begoña Barrera participó en el Seminario SIRENH (Séminaire Interdisciplinaire Narration et Histoire – Espagne Contemporaine Cône Sud) de la Universidad Bordeaux III – Michel de Montaigne con una intervención dedicada al asociacionismo feminista durante el último franquismo y la transición democrática. El desarrollo del movimiento de mujeres durante estas décadas ha sido objeto de atención por parte de la historiografía reciente, preocupada por descubrir de qué manera este se fue fraguando a partir de círculos aislados que, aprovechando el estrecho margen que les dejaba la dictadura, fueron articulando una acción colectiva más amplia y organizada.
Más que trazar la evolución de este proceso, la exposición y el debate se dirigieron a reflexionar acerca de la pluralidad de este movimiento. Es cierto que el punto de encuentro de todas las luchas feministas ha sido el afán por lograr la emancipación de la mujer, pero ¿qué vemos cuando miramos más allá de ese horizonte común, de este objetivo compartido? Bajo la aparente homogeneidad del feminismo contemporáneo se esconde un panorama reivindicaciones híbrido, cargado de divergencias y de diferencias a la hora de pensarse a sí mismas las feministas. Atender a esta singularidad y tratar de comprender que -por ejemplo- durante el tardofranquismo los objetivos de colectivos como las asociaciones de amas de casa solo pudieron converger en parte con los propósitos de grupos como las organizaciones católicas femeninas nos sumerge de lleno en un mar de problemáticas sociales, de tradiciones intelectuales y hasta de historias personales, que ya no podemos ignorar.