“… la historia se parece a un tribunal de policía”
Esto dice Claire Goll, en un formidable relato autobiográfico que, a pesar de su potencia literaria, apenas ahorma en palabras una vida desbordada (A la caza del viento, Pre-Textos, 2003, regalo que debo a un amigo lector generoso como él solo).
De esta mujer, que lucho contra el belicismo de la Gran Guerra, participó en las más atrevidas vanguardias artísticas, se opuso luego al nazismo, y durante todo su tiempo vivió de forma conflictiva los deprimentes patrones de género heredados, queremos retener la crítica con la que compara la historia como disciplina con la justicia, ocupaciones ambas que muchas veces se contentan con una actividad sentenciadora.